La Festa Major de Sitges en honor a Sant Bartomeu i Santa Tecla
La gran Festa Major patronal de Sitges
Fiesta, folclore y ritual
La Festa Major de Sitges supone un revulsivo para el alma. El pueblo entero participa, sin importar la edad. Y siente que su corazón se acelera y se emociona cuando ve aparecer la primera figura ceremonial de la procesión o se enciende el primer fuego infernal.
Hay muchas festividades en el pueblo, con más o menos seguidores entre los sitgetanos y visitantes. El Carnaval o San Juan son de los que despiertan más pasiones, sobretodo entre los mas jóvenes, por su carácter vistoso y transgresor. Pero esta celebración es especial.
Y es que las fiestas grandes de los pueblos y ciudades son, desde la antiguedad más remota, los momentos anuales en que la gente olvida sus pesares. Y se entrega a vivir intensamente la explosión de folclore (con más o menos autenticidad, según la localidad) y la tradición ancestral que supone un evento asi. Fer festa (hacer fiesta), se dice por aquí. Significa renovar vínculos y celebrar la memoria tribal.
Los balcones del pueblo se engalanan en su fiesta grande. Con su domàs o bandera blanca con la cruz roja de Sant Jordi y el escudo de Sitges. Los participantes vestirán de blanco inmaculado, algunos con pañuelo azul o grana, cascabeles, sombreros multicolores y espardenyes con cintas azules y rojas.
Una de las fiestas más destacadas del Patrimonio Cultural Catalán
Declarada Fiesta Tradicional de Interés Nacional en 1991
El 24 de agosto se celebra La Festa Major de Sitges en honor al apóstol Sant Bartomeu. El 23 de septiembre le llega el turno a la fiesta en honor a la virgen y protomártir Santa Tecla, coincidiendo siempre con época de vendímia.
Ambos Santos son patrones de la Parroquia de la villa desde el s. XVI. Aunque entre el siglo XII y el XV el patronato lo ostentó Santa Tecla en solitario. Se conservan escritos que datan de 1353 haciendo referencia al culto a Sant Bartomeu en la Festa Major de Sitges medieval.
La zona de Sitges estuvo habitada desde el neolitico, se estima por los restos neanderthales encontrados en la Cova del Gegant. Ha estado poblada sin interrupción hasta nuestros días. Por ello se mantiene la hipótesis de que estas fiestas parten de antiguos cultos paganos a dioses de la cosecha y la fertilidad, heredados y cristianizados
Por la cercanía de las dos festividades, éstas se unifican. Se celebran todos los actos en una sola Festa Major de Sitges, en mitad de agosto. Tan sólo dejará de celebrarse en situaciones sociopolíticas muy adversas, como guerras o epidemias.
La Festa Major de Sitges es un cúmulo de emociones
Cuando somos niños todos los sonidos y los colores nos llegan amplificados. Las emociones y las sensaciones nos sacuden como sombrillas al viento. Y llegamos al punto en que la voz militar de nuestros padres nos tiene que gritar llamando a la calma. Y esta ocasión festiva supone todo un acontecimiento para el público menudo.
En mi infancia pasábamos todos los veranos sumidos en una especie de hipnosis o sopor temporal. Éste incluía bicicletas, baños, picnics en la playa o la piscina, paseos, merienda y vuelta al agua, hasta casi la puesta de sol.
Pero en mitad de agosto, íbamos a ver la Processó. Por ella desfilaban Gigantes, Cabezudos, los Bailes y los Entremeses tradicionales. Y yo pasaba por unas horas al mundo adulto. Entraba en ese espíritu tribal, que sacude a la gente en los actos de con todos a la vez. Miraba la Festa Major con arrobamiento y emoción, entre grupos apretados de gente inquieta y alegre.
El plato fuerte de la fiesta llegaba al anochecer. Ante mis asombrados ojos infantiles, surgían de la oscuridad de los calles hordas de diablos con fieras de fuego, al son de los tambores. Y entre estallidos y chispas, aparecía Lucifer, con su atuendo espectacular, su puro y su sonrisa diabólica. Yo me sobrecogía. Tras el paso de Lucifer, un dragón soltaba cortinas de chispas y fuego por la boca. Y el corazón me latía desbocado. Todo en una danza frenética con todos los demonios sumidos en una algarabía infernal.
Éstas son las emociones más fuertes que recuerdo de mi infancia en el Baile de Diablos en la Festa Major de Sitges. El caso es que, de adulto, esta sensación apenas disminuye. Cuando suena el primer petardo y se enciende la primera chispa, el corazón da un salto y empieza la diversión.
Un espectáculo inolvidable
No hay que perderse a los Diables de Sitges. Hay sesiones matinales y nocturnas, también infantiles. Asimismo es recomendable ver la bajada nocturna por la gran escalera de la iglesia. El gran castillo de fuegos artificiales, en la última noche de verbena de la Festa Major, es de los actos más espectaculares que se pueden ver.
El fantástico dragón azul es la Fera Foguera, es el único dragón marino de Catalunya y se remonta a 1922. Le acompaña otra fiera temible: l’Àliga, que como una Ave Fénix dorada, también aparece envuelta en chispas. Representa una víbria, antiguo animal mitólogico, hembra del dragón.
El fuego de la comitiva infernal es prácticamente inofensivo, las chispas apenas viven unos segundos.
Aún así es recomendable, tradicional y casi obligatorio llevar un sombrero de paja o un gorro si se tiene intención de ir a verlo todo en primera linea.
Las figuras de Gigantes son, en el fondo, la representación de seres mitológicos presentes en todas las culturas del mundo. Aparecieron en el s.XIII, sacralizando fiestas paganas de primavera durante el Corpus. En el s.XIX el interés renovado por el folclore hizo que surgieran las figuras de los Gigantes por toda Catalunya. En Sitges representan al rey Jaume I el Conqueridor y a la reina Violant d’Hongria.
Durante la República muchos acabaron arrinconados en sótanos y trasteros. Con el régimen franquista dictatorial se impuso que todos los reyes Gigantes representaran a los reyes Católicos. Al fin de la dictadura los Gigantes volvieron a su antigua personalidad, a ser ellos mismos. Hasta hoy, danzan más de 3.500 figuras en fiestas de toda Catalunya.
Los actos de la Festa Major de Sitges
La fiesta se basó inicialmente en actos religosos y litúrgicos, con algunos aderezos de folklore. Ésta ha ido ganando en amplitud y número de elementos de imaginería con los años. En el s.XIX se estructura en la forma actual. La organización corre a cargo de las Cofradías o la Hermandad eclesiástica, y las Agrupaciones culturales laicas del pueblo, de caracter popular.
El inicio de la Festa
El Pregón popular inaugura la fiesta, pocos dias antes del 23 de agosto. El texto lo lee cada año un personaje distinguido, elegido por la Comisión. Y también se hace entrega de la bandera del apóstol al Presidente de la Comisión de la Festa Major.
El 23 de agosto a mediodía desfilan los músicos de gralla, los Grallers y Timbalers, en procesión por las calles centrales de Sitges. Repican las campanas y se disparan las salvas, los llamados morterets. Éstos dan inicio al gran baile de Sardanas en la plaza central del pueblo, el Cap de la Vila. Los morterets son un recuerdo diluido de las antiguas salvas de honor militar.
Seguidamente, llegará el cortejo desfilando desde la plaza del Ayuntamiento (junto a la Iglesia). Los Bailes populares, Gegants (moros, cristianos y americanos) Cabeçuts y Colles de Diables llegarán a la plaza central. Allí la Moixiganga realiza su coreografía completa (representa escenas religiosas de la Pasión de Cristo). Se bailan Sardanas para finalizar.
Tarde solemne de Procesión
Por la tarde se repite toda la Procesión. Ésta tiene la particularidad de que el recorrido varía cada año. Cada vez se inicia en el domicilio particular del presidente de turno de la Comisión.
Se va a recoger la imagen y el pendón del Santo al domicilio del custodio y pendonista. El Rector los recibe en la Parroquia y empieza la procesión sacra. Personas ilustres del pueblo portan a hombros el paso con la figura barroca de Sant Bartomeu. El Santo lleva el cuchillo de su martirio y los Evangelios en la mano. La comitiva inicia el recorrido con toda solemnidad.
La Nit de Foc, el momento álgido
La noche de la vigília de Sant Bartomeu, tiene lugar el Castillo de Fuegos. Éste se reparte por el Baluard, frente a la iglesia, la escalinata de La Punta, la playa de la Fragata, los espigones de roca y dentro del mar.
La iglesia y el cielo parecen arder en una apoteosis de luz, tracas y fuegos artificiales. Es una vista espectacular desde cualquier punto que se contemple. Da comienzo la verbena y vemos bajar los Bailes por la escalinata -de 48 escalones- de la Iglesia. Danzarán los Bastons, las Panderetes, las Cintes, los Cercolets, les Gitanes y los Pastorets. Y podemos ver la impresionante y ancestral Moixiganga, en un alarde de equilibrio y destreza. Detrás aparecen las luminosas comitivas infernales de Diables y Feres, ofreciendo un espectáculo de bengalas, fuego y color inolvidable.
La Matinal y el fin de fiesta
La madrugada del 24 de agosto, a las 6 y con un toque de diana o morterets, da comienzo La Matinal. Empieza la cercavila de bailes y música, cerrando la comitiva coches de caballos con un reparto de flores -mayoritariamente nardos- a las damas.
Tras el Oficio religioso a Sant Bartomeu, los bailes ejecutan la llamada Sortida d’Ofici. Se interpretan canciones populares con Sardanas, y actúan los Castellers.
El acto finaliza con la procesión cívica de tarde (llamada así porque las autoridades eclesiásticas no participan). En la plaza del Baluard, entra el Santo en la Iglesia con una encendida de despedida de todos los fuegos, danzas y el repertorio musical. Es uno de los momentos más emotivos de la Festa Major, dando fin a las 36 intensas horas de la Festa Major de Sitges.
La tradición señala que la fiesta debe terminar entre el 26 y el 27 de agosto (el 23 en la festividad de septiembre). Se celebra la verbena sardanista de clausura en la playa de San Sebastián.
Se puede consultar el Programa de la fiesta en su web oficial, AQUÍ.
Vive unos dias de efervescencia festiva en Sitges
Vale la pena acercarse a ver esta fiesta exuberante de color y tradición. Hay que fijarse, por ejemplo, en las sutiles danzas de las 3 parejas de Gigantes. O en los bailes hablados con los versos propios de cada entremés. O reír con las estrofas satíricas y humorísticas que recitan los Diablos. Disfrutar viendo a los niños que participan, junto a los adultos, en las exibiciones de baile y los coreografias de Gigantes, Bastones y Panderetas, Cintas. Sobrecogerse con las impresionantes torres humanas de los Castellers.
Son unos dias de alta vibración en el pueblo y una ocasión estupenda para visitar Sitges.
Web de la fiesta oficial, AQUÍ
La fiesta en la Wikipedia, AQUI
Agrupació de Balls Populars de Sitges, AQUÍ
El factor gastronómico
En Catalunya las fiestas grandes sirven de excusa perfecta para poner un plato (en casa o en el restaurante) de Canelones en la mesa. Y esta no es la excepción.
Como ágape tradicional en fiestas, según cuentan los que saben, es protagonista el pollo relleno al horno. Seguido de los correspondientes postres con la dulce malvasía de Sitges. Se trata de ganar fuerzas suficientes para afrontar con energía todos los eventos y las emociones de la Festa Major.
Es también tradicional el vermut y el tapeo en casa o en los bares del pueblo, ya que sin estos micro festines dicen que no hay espíritu festivo que valga.
La cartelería de la Festa Major de Sitges
El diseño de los carteles anuales de la Festa Major son un alarde de imaginación y arte en diferentes estilos.
Junto a los carteles del Festival Internacional de Cinema Fantástic de Sitges y del Carnaval, son muestras de la increíble dedicación que el pueblo dedica a sus mejores eventos.
Alojate en Villa Les Moreres de Sitges
En Vila Les Moreres de Sitges te ofrecemos alojarte en nuestra casa unifamiliar con parking y piscina privados y capacidad para 6-8 personas. En agosto es temporada alta, y el pueblo suele estar muy concurrido. Conviene reservar el alojamiento y planificar la estancia con una cierta altelación.
Aparcar en Sitges
Estacionar en Sitges en fiestas siempre es complicado. Por ello, nuestra recomendación es acudir pronto, sobretodo para ver los espectáculos pirotécnicos y de fuego nocturnos. Se puede aparcar en alguno de los parkings de pago del pueblo. Dejar el vehículo en algún barrio algo más alejado del casco viejo es una buena opción. Barrios como el Vinyet, el Poble Sec, l’Hospital, Sant Sebastià o la zona residencial de Aiguadolç ofrecen opciones. Un breve paseo de unos minutos nos llevará al centro de la fiesta.